domingo, enero 23

2111L.

Te quiero. He intentado escribir esto muchas veces, pero parece que últimamente las palabras no vienen a mí como de costumbre. Te quiero, aunque a veces me cueste. Te quiero por mucho que nos enfademos. Te quiero con locura, hasta reventar. Te quiero con cada lunar de mi cuerpo. Te quiero tanto que, a veces, me gustaría tenerte muy cerca todos los segundos del día. Te quiero y no hago otra cosa que pensar en ti. Te quiero cuando te miro a hurtadillas y no te das cuenta de que te miro. Te quiero cuando me ahogas entre tus brazos y creo que podría volar como las mariposas. Te quiero cuando vamos en el bus y me tocas la cara, como sin querer, para que te mire a los ojos. Te quiero cuando me sonríes en clase y me da la impresión de que Regueiro es un poco menos aburrido. Te quiero cuando conviertes todo lo que tenemos la obligación de hacer en algo divertido. Te quiero cuando sólo tienes ganas de decirme cosas bonitas. Te quiero cuando me arrastras contigo y tengo la impresión de que podríamos seguir caminando hasta el fin del mundo. Te quiero cuando me regañas como si fueras mi papá y yo te miro con mi torpe sonrisita de niña buena. Te quiero cuando te acercas a mí, entre palabra y palabra de algún profesor, y me dices que tienes muchísimas ganas de besarme el cuello. Te quiero cuando me dices que huelo bien y yo te doy las gracias. Te querría en cualquier lugar del mundo, aquí, en China o en Australia. Te querría aunque me quedara ciega, o muda, aunque me faltara el valor para pronunciar de nuevo estas dos palabras, "te quiero". Te querría porque sé que es lo mejor que puedo hacer con mi tiempo. Te querría porque no puedo evitarlo. Te quiero;













somos TÚ y YO y, de verdad, Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario