domingo, noviembre 3

Parruliño

Hai algo verdadeiramente forte entre os dous. E aínda que eu nunca sei como chamalo sempre hai alguén ao meu arredor disposto a vendermo como amor. Pero, que é exactamente o amor? É máis que maxia. Tan impredecible, tan indomable, tan insustituíble, tan nós. E cando penso en ti... Cando penso en ti non quero chamalo amor, cando estás ao meu carón non o sinto como amor. Non. Porque é único, no é como o dos máis, non é sinxelo,  é o meu ruxe-ruxe, a nosa especialidade; é moito máis,
moito, moitísimo máis. Teño que repetir todas as veces que me inspiras? Que describir o que sinto cando estás ao meu carón polas mañás? Non, non podo e, de feito, non quero. Ninguén engaiola a maxia porque se non é libre, non é maxia. E falando de liberdade doume conta de algo que non adoito pensar... Quéresme, puidendo non quererme, totalmente libre, aínda que haxa máis mulleres, quéresme a mín. Como é eso posible? Como podo vivir cada día rodeada de semellante conxuro da vida sen aprecialo na súa totalidade e profundidade? É incrible...

Pon un ollo na conta atrás, 18 <3

domingo, octubre 20

Vigo.

Buenas noches, mi amor. Me he ido a la cama una vez más, como cada noche. ¿Es relevante? Tal vez no demasiado pero ya sabes que todo lo que yo te digo te lo digo por algo. ¿Qué es ese algo esta vez, pesada? Es el hecho de que me voy a tu cama. El hecho de que ahora la vida es un poco menos mía y un poco (mucho) más nuestra. Nuestra porque ya no tengo que separarme de ti para irme a dormir. Te tengo conmigo, lejos pero a mi lado, a mi lado pero cerca. Tú con tus idioteces y yo con mi risa histérica pero, como sea, siempre juntos. Siempre el tú y el yo más nuestro que en todo el tiempo hasta hace un mes. A duras penas puedo describir la arritmia de felicidad que esta nueva vida provoca en mi cabeza, en mi corazón, en mi (no, perdón, nuestra) vida. Y es que te quiero, te quiero desde el puto primer beso pero, ¿sabes qué? te quiero más desde el enésimo que me has dado hace tan poco... Dicen por ahí que el tiempo rompe la magia y yo no he podido encontrar la fiabilidad de esa afirmación, porque aquí estoy yo, más enamorada que nunca, deseando que dejes de jugar al candy crush de una vez y vuelvas a abrazarme; más enamorada que nunca comportándome como la más imperfecta ama de casa; más enamorada que nunca viviendo, cada día, el mejor día de nuestra relación. Si lo pienso no puedo esperar ni un segundo, ni un sólo segundo, a que empiece el siguiente día a tu lado y, al mismo tiempo, se me rompe el alma cada segundo que muere en el día que va pasando. Y digo yo: "Iria, ¿cómo se puede ser tan ñoña?" Es muy fácil y sólo existe una razón, con nombre y apellidos para muchos aunque no para mí, para mí sólo eres amor. Sí, he dicho eres, eres, porque quién va a ser la razón si no lo eres tú. Que nada, que todo, que te quiero, que ya desvarío... "Lovin' you, baby"

martes, junio 25

Nuestras normas.

Las normas las ponemos nosotros. Ha sido así durante dos años y va a serlo siempre. No necesitamos alguien que nos diga qué debe ser o cómo comportarnos, es el momento quien nos lo dicta. Con o sin caprichos, a pesar de todo lo que pueda ir mal, sé que estamos bien. Cada momento no es más que otro paso en la escala del tiempo y tú y yo no trastabillamos, flotamos sobre él. Sé que cuanto más pasa el tiempo menos se dice, ya no es un continuo devenir de romanticismo, pero es mejor. Es mejor porque el tiempo me ha hecho ver, nos ha hecho ver, qué es lo que realmente sentimos y qué es lo que realmente queremos. Ahora es romántico por el fondo y no por la forma, romántico porque nos queremos, nos queremos tirados en la cama o paseando por la ciudad; y lo sabemos. Romántico, extraño teniendo en cuenta lo que en arte se conoce como romanticismo, pero es sólo una palabra más, algo para plasmar lo indescriptible y aún así yo sigo creyendo en las palabras. Las palabras que nos han acompañado desde el primer momento, antes del beso y el romance, antes de cruzar una mirada; ¿cómo podría yo dejarlas de lado? Es una locura todo esto, amor; es una locura como cambia mi manera de verlo todo de un día a otro. Me acuerdo de mi tremendo orgullo cuando empecé a llamarte Alex y abandoné tu apellido; yo era especial, la chica que te llamaba por tu nombre, y ahora quiero que se vaya de mi boca y poder llamarte cariño. Todo es tan extraño, el tiempo pasa y no aprendemos, porque no son teoremas, no son formulas, no son convencionalismos... Es amor. Es lo que siento cuando puedo dejar de pensar, cuando soy quien soy y no quien finjo ser. Lo que siento cuando me miras y me dices: "Quiero pasar mi vida contigo, en serio, lo quiero". No puedes imaginarte, no podrías imaginarte jamás, hasta que punto estoy de acuerdo contigo. Sin importarme lo que pase tú serás siempre la mano que coja para dar, al unísono, el siguiente paso. Y esto será así porque te quiero y te querré pero también, y no lo olvides, porque las normas las ponemos nosotros.

jueves, mayo 16

Nobody said it would be this hard

Te echo de menos con cada eritrocito, ¿sabes? Te echo tanto de menos que no puedo entender ni el principio ni el final de todas las cosas que pasan por mi vida. Lo estamos superando, sí, ¿y qué? Ha pasado ya el primer curso, el más difícil, el de acomodarse, el de separarse y sí, estamos aquí, en la línea de meta y me falta el aire. No puedo respirar porque, lo sé, sólo es una etapa. ¿Cuánto tiempo va a tener que pasar para que estemos juntos para siempre? Tú no te imaginas cuánto te quiero ni hasta que punto duele. Llevaba toda la vida soñando con lo que siento por ti, algo maravilloso que me incita a ser mejor, algo por lo que merece la pena luchar pero, a veces, cuando la luna aparece y se encienden las estrellas no puedo evitar preguntarme por qué es tan duro, por qué duele tanto. Eres todo lo que quiero y tengo en este mundo y no puedo dejar de llorar imaginando el momento en el que ya no sueltes mi mano, en el que no llenemos de escenas de película cada domingo a las siete de la tarde y cada jueves o viernes a  la hora de volver. No somos una historia ni un cuento, somos algo real. Somos dos personas que se quieren, dos personas enamoradas, dos personas luchando por algo muy concreto: seguir juntos sin renunciar a sus sueños. ¿Por qué tiene que ser así de difícil? ¿Por qué nadie me advirtió? ¿Por qué no puedes, simplemente, estar aquí abrazándome? Nadie dijo que sería tan difícil...

miércoles, marzo 20

Feliz unicornio.

Me has salvado la vida. Enserio. Iba desbocada y sin frenos, quizás debería haber revisado las pastillas antes de lanzarme hacia la vida pero el caso es que tú me salvaste. Y me salvas cada día cuando sé que medio centímetro o doscientos kilómetros no suponen una diferencia significativa en cuanto a lo que sentimos. Sé que este cumpleaños no es como el del año pasado, pero sí como el del año anterior y lo superamos, ¿verdad? Superaremos todo y tú lo sabes, porque lo nuestro empezó por el tejado y aún nadie ha conseguido hundirlo. Iria es incoherente, amor, e Iria quiere abrazarte pero, ante todo, Iria quiere que sigas cumpliendo años porque sabe que llegará el día en el que nadie pueda impedirle pasar todos los 20 de marzo del resto de su vida justo a tu vera.

TE QUIERO <3

martes, diciembre 18

Sólo ñoñerías

En las noches de Vigo cuando el calor te atrapa como si estuvieras bajo sol en el desierto del Sahara en pleno diciembre y las gotas de lluvia hacen "clap-clap-clap" tienes mucho tiempo para pensar. Yo tengo mucho tiempo para pensar. ¿Y sabes qué pienso? Pienso: "¿y qué ocurre si, sin saberlo, llevo enamorada de ti desde siempre?" Y tú me preguntarás: "¿qué es siempre?" Siempre, cariño, es el día en el que te conocí. Porque puede que aquella tarde cuando pasé por delante de tu casa y te vi por primera vez me robaras el corazón y yo ni me diera cuenta. Puede que aquella tarde, cuando nos besamos por primera vez, yo sí quisiera besarte aunque me lo haya negado a mí misma todo este tiempo. Creo que había intentado esconder, que intenté esconder durante mucho tiempo que yo ya había soñado contigo, que ya había querido contigo, todo contigo, aún sin saberlo. Me parece que cuando me juré y perjuré a mí misma que sólo era un beso, que se quedaría en un beso, yo ya sabía lo que sentía por ti, sabía que para mí no sólo era un beso, era un sueño hecho realidad. Y me negué a verlo, quise apartarme de ti tantas veces que no  puedo menos que avergonzarme por todas ellas, porque yo ya estaba perdidamente enamorada de ti. Ya soñaba con besarte desde los doce años y no quise darme por enterada. Por eso supe, mientras te miraba en la oscuridad, hasta qué punto me importabas, hasta que punto te quería, hasta que punto tú eres MI razón. Y en la oscuridad me prometí a mí misma que nunca sabrías esto, nunca sabrías que eres mi sueño pero ahora... Ahora no puedo callarlo, necesito decírtelo y que lo sepas. Que sepas que cuando tu sufres yo muero por dentro, que sepas que tus sonrisas valen más para mí que conseguir entrar en medicina y que si tú no sonríes, no tengo palabras para escribir lo que siento. Si tú no sonríes...

 Y es entonces cuando tú abres los ojos en la oscuridad y me miras:
- Alex, el insomnio deja mucho tiempo libre para pensar...
- Sí... ¿En qué piensas?
- Nada, sólo ñoñerías.

martes, noviembre 20

You are wonderful tonight.

Te quiero. En serio, te quiero. Y nunca te escribo, ya lo sé, pero es por una buena razón, no hay nada que pueda decirte que no te haya dicho ya. Es que tú sabes mejor que nadie hasta que punto tú eres capaz de hacerme respirar, hasta que punto... Y sólo hay una cosa que me quede, que ya te he dicho, es cierto, pero no tanto como todo lo demás, ¿quieres saber qué? Está bien, te lo diré, GRACIAS. Por acariciarme en la oscuridad mientras me quedo dormida y por no soltarme por la noche. Gracias por hacerme sonreír en los momentos más difíciles y por nunca rendirte conmigo. Gracias por haberme hechizado, gracias por haberme hecho llegar lejos, a ese lugar que es sólo nuestro, a ese lugar que sólo tú conocías y que ahora conocemos tú y yo. Gracias por haberme enseñado quién soy, por no haberme dejado tirada, por no haber dejado que me rinda, que me pierda. Gracias. Gracias por darme un beso cada día, por darme el primer y el último beso del día. Gracias por tenernos, por tenernos el uno al otro y gracias por no haber dejado que olvide quienes somos y de dónde venirnos, por no haber permitido que olvide que somos dos y que no basta con decir que algo existe para que esté bien, hay que cuidarlo, mimarlo, hay que hacerle el amor y no la guerra (vale, estoy en ello). En fin, moito ruido e poucas noces, ya sabes tú que no sé escribir cartas de amor, que me pierdo, me hago un lío y me vuelvo loca. Que toda esa tontería de perderme en tu mar y comerme mis sueños es demasiado cursi hasta para mí porque el amor es algo real, es algo que existe, Ale, y tú y yo lo sabemos, no podemos fingir que es un mar en el que nos balanceamos y que no hay problemas, pero sí podemos decir que somos felices, porque lo somos, ¿no? Ya van dos años y, en serio, me parece tanto tiempo que tengo ganas de gritar y salir corriendo, pero no lo voy a hacer, voy a ser valiente y a aguantar, dejaré que ocurra, que siga su curso con sus cosas buenas y sus cosas malas, como hasta ahora, siempre y cuando seamos felices. Y me alegro, me alegro, de hecho es lo que quiero hacer, lo quiero tanto y tan fuerte... ¿y saber por qué? Porque te quiero.

martes, agosto 21

Si no hubiera estado en la oscuridad nunca habría podido entender la fuerza que me da tu luz.

Alejandro:
Llevamos juntos un año y nueve meses, es decir, veintiún meses. Sí, 21. Ése número tan bonito que nos ha unido tanto, que nos entrelaza y no deja que nos separemos, que nos rompamos y que nos resquebrajemos. Tanto tiempo da para muchas cosas y nosotros, que hemos vivido tanto juntos, lo sabemos. Sin embargo, cuando yo pienso en ti no me centro en lo que ya hemos hecho, no me gusta vivir sólo de recuerdos, y, tampoco, en lo que nos queda por hacer; pienso en ti. Sí, en ti. Tú que has llenado cada día durante más de año y medio. Me conoces, me guías y me comprendes. Nos peleamos y nos reímos, nos abrazamos, nos besamos y lloro de terror cuando me vas a hacer cosquillas. Y te quiero y tú me quieres a mí, o algo así era, ¿no? La verdad, es extraña la manera que tengo de demostrarte lo que siento. Yo soy extraña y tú me quieres igual y éso, el mero hecho de seguir queriéndome, tiene para mí un valor incalculable: es como respirar.

Hace ya mucho tiempo me besaste en el portal y, desde ése día, no tengo ninguna duda acerca de una cosa en particular: soy feliz. Soy muy feliz y tú eres el motivo. Puede que no entiendas la magnitud de mi felicidad pero es que yo lo noto. Lo noto. Ya no soy la misma que era antes, soy otra persona, confío en mí y confío en mí por ti. ¡Arrrrrrrrrrrg! Sabes que nunca se me dieron bien las declaraciones de amor, que yo soy de historias tristes que acaban peor de lo que empezaron, que si hablo de amor me salen las ideas de los pies, aleatorias, sin sentido y como si estuvieran mal sintonizadas pero lo estoy intentando, por ti. Es más, estoy haciendo el esfuerzo de mi vida por ti y si tras ésto no queda clarísimo hasta que punto te quiero no sé qué más podré hacer, amor.

Iria.

sábado, junio 2

Tanto que me hace feliz.

Hay personas que están tan metidas en nuestra vida que se nos olvida que pueden escaparse. Personas como tú. Tú que te juntaste con la egoísta yo que no se da cuenta de cuán frágil es todo en esta vida. Todo. Frágil. Y es que todo puede romperse y el amor... El amor más. Yo no quiero que te rompas y que me rompas, no quiero descuidarte. Cada día es el primer y el último día. Así debe ser. Hagamos que sea así. Frágil, sí, pero poderoso. No cometamos el error de dejarlo escurrir, de descuidarlo, de dejar de peinarlo. Las cosas no son así y yo no quiero dejar de sentir esto que siento ahora, esto que jamás había sentido. Te amo. Tanto que es doloroso y tanto que me hace feliz.

lunes, marzo 19

Más que nunca.

Dijeron que no eras más que un capricho y que no íbamos a lograrlo. Dijeron que no sabíamos querer, que no pegábamos ni con cola, que no serías capaz de hacerme sonreír. Dijeron que estábamos juntos por fastidiar y que no teníamos futuro. No querían confiar. Dijeron que lo nuestro era un capricho más, que se terminaría. Dijeron que no te quería y, ahí, no pude más. Porque te quiero con cada astilla de mis huesos, hasta reventar, como nunca he querido a nadie en este mundo. Es que eres tú. Y es de ti de quien vengo a hablar, de ti que cumples dieciocho años, que te haces un día más viejo y que no puedes dejar de hacerme sonreír. Porque ya todo el mundo sabe que eres rubio e iluminas mi camino, que tus ojos son la biomasa que cambia y mueve mi mundo. Todos saben que tu corazón hace que lata el mío y que tus sueños siempre serán mis sueños. Saben que mañana hará ya un año y cuatro meses que estamos juntos y saben que cada día es mejor que el anterior. Saben que irrumpiste en mi vida como el rayo de la tormenta. Fugaz, imparable, fuerte. Saben que pienso en ti a todas horas y que sólo besándote puedo definir la palabra cielo. Yo, por no escatimar en detalles, conozco cada celulita de tus labios y no me llegan ya los dedos de una mano para medir las horas que paso soñando contigo. No sé cómo agradecer que hace dieciocho añitos vinieras a mi mundo, unos meses antes que yo, para que jamás estuviera sola. Te he estado esperando, te esperé desde siempre. Sé que no tengo ni orden ni sentido pero es tanto lo que quiero decir y tan difícil expresarlo... Eres mi puta vida y no salgo de estas porque, en realidad, no hay nada que pueda decirte que tú no sepas ya.

Tic-tac. Era el ruido del reloj de un corazón que quería despertar de su siesta. Pero, ¿cómo iba  despertar? El corazón estaba tan deshilachado que, hasta el mínimo salto, lo haría volar en pedazos. Aguijonazos de un dolor árido como el desierto, seco como una Galicia en la que ha parado de llover. Tic-tac.
Era el sonido de una esperanza, el latido de un beso de noviembre, de un cielo que se despeja,
de una mirada que vuelve a brillar.
Tic-tac. Eran tus labios en los míos, como nunca antes.
Como siempre desde entonces.
Tic-tac. Eran tus manos recorriendo mi cuerpo, tu cuerpo recorriendo mis cosquillas.
Éramos tú y yo que empezábamos a nacer, que surgíamos de las cenizas
como el ya olvidado Ave Fénix.
Y mi cuerpo desnudo y tus yemas de miel, y mis labios con chocolate y tu sabor a café.
Y tus caricias eléctricas y mi esperanza brindando.
Medicina para el corazón.
Y tic-tac.
Y tic-toc.
La noche de nuestras vidas, la lluvia tras los cristales.
Las mantas empapadas de amor, las autopistas a medio recorrer, cobrando peaje, llegando al
orgasmo.
Y la primera de muchas -noches de amor- y la última de las lágrimas.
Y la vida que surge de entre los deshechos y que promete quedarse, y el corazón que borra sus propias cicatrices gracias a los saltos que pega la vida porque con un beso que dura lo que dura un
tic-toc, tic-tac;
tú y yo alcanzamos un "más que nunca"




Feliz cumpleaños pero, sobretodo, que cumplas muchos más a mi lado.