miércoles, enero 4

Hay cosas que salen del corazón.

No era un día especial, no era diferente de los demás. Era un día cualquiera de esos que pasábamos torraditos bajo las sábanas o abrazados caminando por las calles del centro. No era único ni tenía nada que lo diferenciara de tantos otros. Bueno, casi nada... Fue ese día mientras tú me apartabas el pelo de la cara con una de tus sonrisas pícaras de "tranquila, contigo seré bueno" cuando me di cuenta de que lo que yo quería, más que cualquier cosa, más que ése abrigo del que estaba encaprichada, más que un portátil o que un vinilo de Bob Marley, más que un buen helado de vainilla o un café cargado eras tú. Eres tú.

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